Está realizada en cartón y cartulina. En el interior de dicha maqueta se realizó, mediante espejos, una muestra de lo que sería la instalación en sí. La idea era colocar unos espejos de unos 2 o 2 metros y medio de alto, de modo que se reflejaran las columnas y los arcos que rodean el patio, provocando una especie de laberinto imaginario. Se quería conseguir que, miraras donde miraras, vieras columnas rodeándote, estrechando la imagen del patio pero, al mismo tiempo, agrandándola, provocando un efecto tridimensional.
Las medidas de la maqueta son: 50 cm de ancho, 70 cm de largo y 13 cm de alto.